II. Del gregoriano a la polifonía

El gregoriano se caracterizaba por ser un canto monódico (una sola melodía) sin acompañamiento musical. Era una música arrítmica en que lo importante era la oración y la invocación a Dios. 

Después vimos cómo el organum era la forma musical en la que un tono bajo continuo acompañaba la melodía. Estaban sentadas las bases para la introducción de varias melodías sonando al unísono. Esa es la polifonía. 


Un ejemplo básico de polifonía es esta pieza de Josquin des Prez (1450-1521). Se escuchan perfectamente dos melodías superpuestas cantadas por dos voces de los cantantes. El ritmo es marcado; para probar esto prueba a seguirlo con el pie, verás cómo es muy fácil. Para que las melodías suenen bellas es necesaria una armonía entre ellas. 


Polifonía, Josquin des Pres

 
El segundo ejemplo de Guillaume Dufay (1397-1474) es música acompañada por instrumentos. El ritmo induce a pensar en un baile. La flauta y la percusión ayudan a marcar aún más el ritmo. Con este tipo de música estamos ya introducidos en el Renacimiento (1475-1600) y el nacimiento de la polifonía. 


Polifonía, Guillaume Dufay

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